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COMUNIDAD ECOSOFÍA
Ecosofía es una asociación abierta de amigos y afines preocupados por el deterioro ambiental y ocupados en pensar y hacer pensar críticamente, para actuar a favor de una armonía pacífica entre las personas y las comunidades con nuestro medio ambiente natural. como lo que somos, con lo que tenemos y en donde estamos,

En este sitio encontrará una relación creciente de personas y empresas que ofrecemos productos naturales y servicios profesionales, compartiendo la creencia en un comercio justo en lo social y efectivamente responsable en lo ambiental. Lo invitamos a sumarse a nuestra comunidad.
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Conferencias, talleres y diplomados (en preparación)

Diplomado de sobrevivencia al finalizar la era del petróleo barato.

Diplomado sobre la estupidez humana en el capitalismo moderno.

Conferencia de las mentiras fundamentales del desarrollo sustentable.

Conferencia sobre la cartilla moral del agua en las ciudades.

Taller de captación de agua pluvial y tratamiento doméstico de aguas jabonosas.


"Tanto los pobres como los ricos deberán superar la ilusión de que más energía es mejor."
Iván Illich




LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO
Gabriel Celaya

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades:

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.
Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.
Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.
Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.
Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.
No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.

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Algunas reflexiones en torno a la guerra
por Renato Galicia Brito

(Texto de la conferencia pronunciada el 20 de octubre de 2006)

Deberé comenzar por exhibir mis credenciales. No puedo mencionar ningún título en Sociología o en Historia. Estudio (y padezco) los avatares de la política como cualquier otro ciudadano. Soy apenas un mode-sto matemático y, por si fuera poco, aprendiz de filosofía. ¿A honras de qué -se preguntarán ustedes- este individuo se planta ante nosotros para disertar sobre un tema tan espinoso? ¿Cómo podremos tomar en serio a semejante ponente?
Lo único que puedo aducir es… ven y mira.
Advertencia Pero antes, es mi deber advertir que he decidido evitar la versión aséptica de la guerra que se proyecta en los medios masivos de comunicación. Por esa razón, las imágenes de algunas diapositivas serán extremadamente fuertes. Si alguien en el auditorio es impresionable, es mi deber advertírselo desde ahora.

Al hacer la revisión final del guión de esta plática, era inevitable percatarse de la reiterada mención de los Estados Unidos. Y dado que me propongo decir cosas muy fuertes e incómodas, es mi obligación decir cuál es el Estados Uni-dos que amo…
Amo, el Estados Unidos de Poe y el de Whitman… el de Helen Keller y el de Ernest Hemingway… el de Noam Chomsky y Howard Zinn, el de Rosa Parks y tantos y tantos otros. Por eso, y por muchas otras razones, escuchar-án a lo largo de esta plática acres y dolidas críticas a los gobiernos de los Estados Unidos, pero nunca al pueblo norteamericano y sus más altos valor-es.
Hablar de la guerra es un tema complejo e interminable, así que elegí la ruta del recuento y la reflexión sobre un caso concreto y actual: Las acciones bélic-as en Medio Oriente, en particular, en Irak y en Líbano.
John Foster Dulles, secretario de Estado norteamericano en tiempos de Eis-enhower, dijo en cierta ocasión de rara sinceridad, que "Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses“. Aún hoy éste es el lema oculto de la política exterior estadounidense.
Y, a propósito de políticos, Henry Kissinger, de infaustas acciones, solía br-omear diciendo: “El noventa por ciento de los políticos le da al otro diez por ciento una mala reputación” . Y en verdad deberíamos repetir, junto con Voltaire, que: “Aquellos que pueden convencerte de creer en absurdos, pueden hacerte cometer atrocidades” .
Si de atrocidades hablamos, es necesaria la empeñosa labor de algunos fieles acólitos, con los que podemos armar un lindo álbum familiar:

Les presento al general argentino Jorge Rafael Videla, uno de los artífices de la Guerra Sucia en 1976. A tan sólo un año del golpe militar, Amnistía Inte-rnacional estimaba que 15,000 personas desaparecieron y fueron enviadas a campos secretos de detención. A pesar de que la prensa norteamericana a-dmitió sus abusos, prefería describir a Videla como un “moderado” que re-vitalizó la atribulada economía de la Argentina.
Efraín Ríos Montt, de Guatemala, tenía un lema: “Un cristiano debe pasear con su Biblia y una ametralladora”… resultado: 10,000 indios asesinados y 100,000 refugiados en México.
Francois Duvalier, “Papa Doc” y su hijo, Jean Claude “Baby Doc”, reinaron por 30 años en Haití. Consentidos por el gobierno de los Estados Unidos, gracias a sus ideas anticomunistas, lograron reunir una fortuna de $400 mill-ones de dólares y contabilizar 60,000 haitianos asesinados.


La dinastía Somoza gobernó a Nicaragua por 45 años. Como los Duvalier, los Somoza se hicieron millonarios expoliando y masacrando a su pueblo. El pre-sidente Franklin Delano Roosevelt solía decir: "Somoza may be a son-of-a-bitch, but he's our son-of-a-bitch." (Somoza será un hijo de perra, pero es nue-stro hijo de perra)
Rafael Leónidas Trujillo, asesino y violador, dictador de la República Domini-cana por 30 años. Masacró a 20,000 trabajadores haitianos, pues los culpaba de la crisis azucarera. Cuando su régimen se volvió indefendible, tuvo que ser a-sesinado por la CIA en 1961.
Augusto Pinochet, dictador de Chile, subió al poder con el aplauso y la subve-nción de la CIA y la ITT. Pese a los reiterados reportes de tortura y asesinato de decenas de miles de chilenos, fue receptor de incontables préstamos avalados por el Congreso de los Estados Unidos.


Ferdinand Marcos, gobernó las Filipinas de 1965 a 1986. En ese período robó cientos de millones de dólares y mandó encarcelar y torturar a más de 60,000 personas. Jimmy Carter lo llamaba un “dictador suave” y George Bush padre, alababa su “adherencia a los principios y procesos democráticos”.
Chung Hee, presidente de Corea del Sur de 1961 a 1979, subió al poder luego de un golpe militar y formó una policía secreta entrenada por la CIA en técnicas refinadas de tortura.
El General Suharto, tomó el poder en Indonesia el año de 1965 en un cruento golpe militar, patrocinado por la CIA, y que significó la muerte de 500,000 p-ersonas. Luego de 20 años, el saldo de su gobierno fue de 750,000 arrestados y torturados así como un millón de asesinados. Suharto renunció en 1999 tras incontenibles protestas populares. Hasta el día de hoy, la Casa Blanca continúa subvencionando y ofreciendo asesoría militar al ejército indonesio.


El General Sani Abacha dictador de Nigeria. Ha mandado ejecutar a cientos de opositores y ambientalistas, para proteger los intereses de la industria petrolera Shell.
Entre 1969 y 1972, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos bombardeó Cambo-dia, dejando un saldo de 600,000 civiles muertos, millones de refugiados, y decenas de miles en extrema enfermedad y pobreza. Los Cambodianos se alin-earon con la guerrilla de izquierda, el Khmer Rouge dirigida por Pol Pot, quien toma el poder en 1975. Su actuación como tirano significó uno y medio millo-nes de personas muertas. Los vietnamitas lograron sacarlo del poder en 1975. Pese a la distancia ideológica, el gobierno estadounidense financió las activid-ades del Khmer Rouge por ser muy conveniente que fueran enemigos de Viet-nam.
Mobutu Sese Seko, presidente de Zaire, uno de los países con más recursos naturales del África. Se estima que Mobutu ha logrado reunir una fortuna de 5 mil millones de dólares y que uno de cada tres niños de Zaire muere por desn-utrición. De hecho, uno de cada dos niños de ese país muere antes de cumplir los cinco años de edad. Mobutu Sese Seko es el africano consentido por la Casa Blanca, porque abre las puertas sin reservas a las corporaciones que explotan el cobalto, el cobre y las minas de diamantes. Zaire es el quinto país más pobre del continente.

De hecho la lista es muchísimo más larga, pero por hoy la cortamos con nuestro invitado de honor, el presidente Saddam Hussein, de Irak. Gran amigo, en su momento, de los Estados Unidos por su férrea enemistad con Irán, viejo ene-migo de los Estados Unidos en la región.
Hussein es juzgado, actualmente, por delitos de lesa humanidad: Los ataques químicos contra los kurdos, la persecución de los chiítas, el asunto de las fosas comunes, la guerra contra Irán y la invasión de Kuwait.
Mientras Saddam fue amigo de los Estados Unidos, todo iba como miel sobre hojuelas, pero las cosas cambiaron en cuanto empezó a tocar los cruciales inte-reses petroleros. La diversidad de maneras en que se puede percibir a una persona es fascinante. Esta caricatura, por ejemplo, muestra a Timothy McVeigh, acusado y ejecutado por el atentado en Oklahoma de 1995 en el que murieron 168 personas. Y dice:
“Matas a un montón de iraquíes inocentes y eres un héroe de la guerra del Gol-fo… Matas a un montón de americanos inocentes y de pronto eres un mal tip-o… No comprendo.” Y dice el Gral Schwarzkopf: “Estabas tan bien entrenado, ¿Qué demonios sucedió contigo, hijo?
Sin duda, el tono irreverente de esta viñeta, nos debería dejar pensando.
Encontrar las motivaciones de la guerra, necesariamente pasa por la economía:
La política del transporte,
Trae consigo la política energética,
Acompañada por la política exterior
… Política y economía siempre de la mano, como le explica este asesor a su presidente:
“Algunos miembros del Congreso están preocupados de que si hacemos del inglés la lengua oficial de los Estados Unidos, entonces alguien insistirá en que hagamos de los números reales la aritmética oficial para calcular los gastos del gobierno.”
Y, de verdad, ¿en manos de quién están las decisiones?
Para vencer al terrorismo, dice Bush, no tenemos otra opción que invadir Afri-ganist, Aphganis, Afga, ¡¡Irak!!
Claro que nunca falta el ingenuo que nos pide que recordemos su elección “d-emocrática”, pero, una vez más, llega Ambrose Bierce en nuestro auxilio cuando define la palabra …
Voto. Instrumento y símbolo del poder de un hombre libre de mostrarse tonto y arruinar su país.


Urgía encontrar las armas de destrucción masiva en manos de Saddam para justificar las acciones militares.
Plática amistosa entre Donald Rumsfeld y un asesor militar:
-Parece un montículo…
-Es un camello.
-…de arena iraquí recién removida
-Es un camello.
-…con algo escondido detrás…
-Es un camello.
-…cargas de gas venenoso armadas en Peoria.
-Es un camello.
Y cuando Rumsfeld le estampa la cara en la pantalla:
-Pero… creo que si lo miras desde cierto ángulo...
-La buena política depende de la buena inteligencia.

Claro, que, en ciertos casos, los promotores militares encontrarán algunas peq-ueñas dificultades:
Estamos creando enemigos más rápido de lo que podemos matarlos.
El asunto de las supuestas armas de destrucción masiva en Irak, todos los sab-emos, fue siempre un argumento crucial para justificar el estallido de la guerra. Pregunta el Primer Ministro de Inglaterra, Tony Blair: “¿Qué pruebas tienes de que Irak tiene armas de destrucción masiva?” Y contesta George Bush: “Cons-ervamos los recibos”.
Antecedentes históricos, los hay, por supuesto. Seguridad Nacional viene luch-ando contra el terrorismo desde 1492. Pregúntenle si no a los indios norteame-ricanos.
Luego de los criminales atentados contra los Estados Unidos, apareció este cartel que vale la pena leer completo. Los terroristas asesinaron a casi 3000 civiles inocentes el 11 de septiembre de 2001. Eso no se acerca ni al 1% de la cantidad de ciudadanos vietnamitas inocentes asesinados por los Estados Uni-dos. Es la cantidad de niños iraquíes que mueren cada mes debido a las sancio-nes impuestas por los Estados Unidos, de acuerdo a la UNICEF y la Cruz Roja Internacional. La misma cantidad de civiles inocentes murió en los ataques aéreos sobre Afganistán en los últimos seis meses. El número de palestinos asesinados por Israel con el apoyo y el armamento de los Estados Unidos es aún mayor. No podemos ni siquiera comenzar a contar la cantidad de civiles asesinados en las últimas décadas por las juntas militares apoyadas por los Est-ados Unidos en Chile, Argentina, Colombia, el Congo, Uganda, Grecia, Turquía, Indonesia y muchos, muchos otros países. Así que, sí. Luchemos contra el terrorismo y la injusticia. Pero, por favor, comencemos por casa. La violencia es un boomerang.
Si los círculos de poder político-militar tienen el control de los medios masivos de comunicación, las contrapropuestas críticas utilizan la ironía como arma:
Ella no es tu amiga. Es afgana. Estás, ya sea con nosotros o con los terroristas.
Él no es tu amigo. Es afgano, y peor aún, parece un terrorista.



Para no perder el tono académico, no podíamos dejar de citar a Clausewitz, padre de la moderna teoría de la guerra.
Su consabida frase: “La guerra es la continuación de la política por otros medi-os” merece ciertas ampliaciones.
Y es que la guerra es más que un mero camaleón que sutilmente adapta sus ca-racterísticas al caso dado. Como un todo, las tendencias dominantes de la guerra forman una trinidad compuesta de:
1. Violencia primordial, odio y enemistad, que han de ser consideradas como una ciega fuerza natural.
2. Su elemento de subordinación, como un instrumento de la política, que la hace sujeta a la razón.
3. El papel del azar y la probabilidad, dentro del cual un espíritu creativo es libre de vagar.
Esta trinidad se encarna en Pueblo, Gobierno y Mandos Militares.
¿Pueden mis oyentes asignar la correspondencia entre los triángulos? Tienen unos segundos…
¡Efectivamente!: El pueblo, bien adoctrinado, se encargará del odio. El gobierno, dará la dirección y los mandos militares atenderán los imprevistos. ¿No es un modelo fascinante? Y si además colocamos nuestro triangulito por debajo de un Péndulo Magnético de Oscilaciones Aleatorias, podemos vestir la vieja teoría con los encantos seductores de la física y su tratamiento del caos.

Prosiguiendo nuestro viaje virtual, podemos ajustar nuestro cristal de aumento, al nivel adecuado a nuestras inquietudes personales.
En primer lugar, la guerra como un ejercicio intelectual.
Tenemos aquí, la fría perspectiva analítica del costo-beneficio en los asuntos económico-militares. Se trata de estrategias que bien pueden ser analizadas d-esde un cómodo escritorio. Se trata de un pasatiempo apto para jugadores del Age of Empires.
Otra opción es encender nuestro televisor. La guerra al alcance del comedor.
Hay quien es capaz de almorzar y, al mismo tiempo, mantenerse informado.
¿Por qué no?, después de todo los colores son bellos… el espectáculo es inm-ejorable.
Está también la aproximación iconográfica a la guerra. Bien podríamos atr-evernos a leer… con el riesgo inevitable de pensar, que ello comporta. Y no hablo necesariamente de leer libros, como Tagore nos advierte: “Leemos mal el mundo, y después decimos que nos engaña”.
¿Se puede leer un trapo en blanco a la distancia? ¿No? ¿Ni siquiera con un par de binoculares de última generación? Disculpen mi ingenuidad. Una bandera blanca, es una bandera blanca. Creo.
Acaso podríamos atrevernos un poco más… y sentir. Hablo de la guerra cua-ndo pone a prueba nuestra ética.
Y por último, tenemos también: La guerra como el ejercicio de nuestra indi-gnación
Pese a todo…
si ponemos las cosas…
… en su adecuado contexto …
podemos continuar. ¿Cómo justificar el horror? Se puede alegar, por ejemplo, defensa propia ante el temible fundamentalismo islámico, pero ¿quién habla hoy del fundamentalismo cristiano? La “estatua de la liberación a través de Cristo”, en Memphis Tenessee es un buen ejemplo de este fenómeno. La confusión de los sentimie-ntos patrióticos con los religiosos es asunto peligroso. Recordemos que en nin-gún punto de la Constitución de los Estados Unidos se menciona el cristianis-mo como religión de estado. ¡Cuánta razón tiene Jean Anouilh cuando exclama: "Todas las guerras son santas. Los desafío a que encuentren un beligerante que no crea tener el cielo de su parte." Si queremos conocer de cerca el Fundamentalismo Cristiano, podemos repasar algunos de sus argumentos. Dice el reverendo Alton Williams, que los Padres Fu-ndadores de los Estados Unidos:
1. Nos alertaron sobre las consecuencias de que América abandonara la religión (particularmente la religión cristiana)
2. Nos explicaron que nuestras libertades están basadas en el cristianismo.
3. Creyeron en buscar a Jesucristo para la asistencia a través de la oración.
4. Creyeron que cuando las naciones pecaron, resultaron calamidades y destruc-ción.
5. Entendieron el perjuicio del paganismo, el ateísmo y el deísmo.
6. Creyeron que la religión y la moralidad eran esenciales para el éxito de Amé-rica.
Y muchos otros argumentos más, que sería redundante citar.
Los feligreses del pastor Williams son tan sólo un puñado de entre las muchas manifestaciones chauvinistas que hoy proliferan.
El patrioterismo tiene muchas caras. El diseñador de los carteles que aquí v-emos, no dudó en recurrir a modelos artísticos que oscilan entre el realismo socialista y los viejos carteles de la Alemania nazi.
Es increíble, pero su tono imperativo sigue siendo hoy muy efectivo:
¡Venga el 11 de septiembre!
¡Detenlo, y el trabajo estará hecho!
Y más: “Peleamos para prevenir esto” Una bota con la media luna, que pisotea nuestros iconos más queridos.
“Este es el enemigo” ¿Se entiende? El enemigo es el que profana nuestra reli-gión. Recuerden, por favor, este último cartel cuando, en el video, aparezca el Corán profanado en la ciudad iraquí de Fallujah.
Ciertamente, la honestidad no es precisamente un rasgo característico de la m-ercadotecnia. Pero, ¡sería genial encontrar cierto tipo de anuncios!
Uno como éste, por ejemplo: Alístate en el ejército. Viaja a tierras distantes y exóticas; encuentra personas interesantes y mátalas.
Pero, una vez emprendido el viaje, nos encontraremos algunas expresiones, como las siguientes:
Es muy importante mantener la moral de las tropas con las citas adecuadas:
Si no luchas cuando tu victoria sea segura y no muy costosa, puedes llegar al momento en que tengas que luchar con todos los momios en tu contra y una precaria oportunidad de sobrevivencia. Puede haber incluso un caso peor. P-odrías tener que luchar cuando no haya esperanza de victoria, porque es mejor perecer que vivir como esclavos. Sir Winston Churchill
¡Será un gamberro aquél que se atreva a objetar la frase de un líder tan amado e indiscutible!
Siempre fieles. Lema de los marines de los Estados Unidos.
El cielo es luminoso e inspirador, pero, ¿habrá alguien en cuclillas, apuntado en este momento, que la foto no logró captar?


Por si a alguien no le ha quedado claro, sigamos leyendo carteles promovidos por los marines: “Lamentarás haberte metido con los Estados Unidos de Amé-rica. Porque te pondremos una bota en el culo. Ese es el estilo americano.” Toby Keith
Y créanme que el estilo lo conozco de cerca. Recuerdo que hace un par de años, estaba yo en una playa de Texas (en Galveston, para ser precisos) con unos buenos amigos americanos. Bellas personas, en verdad. Uno de los invitados, un muchacho de unos 19 años, nos platica que en una semana más partirá para Irak, y exclama: “I’m ready to kick some iraqui asses!”: “Estoy listo para pate-ar algunos culos iraquíes.”
El estupor es general… nadie dice nada.
No cabe duda. Una cita bíblica a tiempo, puede subir la moral de los combatie-ntes.
¡Huid de en medio de Babilonia!; Poneos a salvo, para que no perezcáis a causa de su pecado!
Porque es el tiempo de la venganza del Señor: él va a darle su merecido a Bab-ilonia. Jeremías 51:6

Observen cuidadosamente a la niñita del cartel en la derecha. Más adelante v-eremos a unas niñas de carne y hueso, pero de otra nación aliada.
¡Qué bien cabe recordar a Bierce, cuando define: Patriota: Alguien para quien el interés de una parte es superior a la del todo.|| Dícese del embaucado por los hombres de Estado, y del instrumento de los conquistadores. O, mejor aún: Patriotismo: Basura combustible a disposición de cualquier ambicioso que quiera dar lustre a su nombre. En el famoso diccionario del Doctor Johnson se define el patriotismo como el último recurso del truhán. Con todo el respeto que me merece un lexicógrafo ilustre, me atrevo a sugerir que es el primer rec-urso.
Es el Señor de los ejércitos que pasa revista al ejército para la batalla.
Ya vienen de un país lejano, desde los extremos del cielo,
el Señor y los instrumentos de su furor para arrasar toda la tierra.
¡Giman, porque está cerca el Día del Señor
y viene devastador como el trueno del Todopoderoso! Isaías 13: 4-6
Un poco de slang, viene bien en ciertos momentos:
Yeah, estoy sangrando, pero aún estoy de pie y tú morirás en cuanto nos enco-ntremos. El peor error que has cometido es haber matado a los nuestros de modo tan malvado. Ahora estamos encabronados y te vamos a patear el culo. Prepara tu encuentro con Alá, que rápido te enviaremos. Saludos de los Mari-nes americanos. Tom Hoefling
Agente
Naranja Pero no todo radica en la moral de los combatientes. Es necesario echar mano de algunas ayudas adicionales, como el Agente Naranja, uno de cuyos subpro-ductos es la dioxina. Entre 1961 y 1971, los militares estadounidenses arrojaron 7 millones 131,907 litros de este herbicida, sobre 24,000 kilómetros cuadrados distribuidos entre Vietnam, Cambodia, Tailandia y Laos, donde estaba distribuida una población de entre 2 y 5 millones de personas. Entre sus efectos podemos contar: diabetes, linfomas, sarcomas, mieloma múltiple, cáncer de pulmón, cáncer de laringe, cáncer de próstata, spina bífida, leucemia aguda (para la segunda y tercera generaciones), cáncer renal, defectos de nacimiento, desórdenes neuropsiquiátricos y muchos más. Desafortunadamente, no es fácil el manejo de estas sustancias, y algunos mari-nes fueron afectados por su uso. Ahora, leamos con cuidado este cartel:
Departamento de Asuntos de los Veteranos (Veterans Affairs)
Al VA le importa.
Para los veteranos de Vietnam y otros veteranos expuestos al agente naranja:
Registro para exámenes médicos. Elegibilidad especial para tratamientos médicos. Compensaciones por incapacidad. Apoyos y Educación. Investigaci-ón.
Para información y asistencia, contacte su centro médico del Veterans Affairs o su oficina regional.
Y yo pregunto…
¿Les importa
en verdad? ¿Les importa en verdad? ¿Los 180 millones de dólares en compensaciones que recibieron los excombatientes americanos en Vietnam, son suficientes para pagar las consecuencias genéticas sobre sus hijos y sus nietos?
Lo digo porque hay algo que no les importa en absoluto. De sobra está decir que no ha habido ni una sola compensación al pueblo vietnamita.
Y a nosotros, ¿nos importa? Hoy día, el número de malformaciones genéticas en Vietnam a causa de la contaminación por dioxina es el más alto del mundo.

Uranio
empobrecido Pero, ¿para que recordar historia antigua, si el avance de la ciencia es implaca-ble? Hoy contamos con armas más letales. Como los proyectiles a base de ale-aciones con desechos radiactivos, que tienen una triple ventaja: UNO: Penetrar un tanque blindado como si fuera mantequilla, DOS: Tener propiedades incen-diarias y TRES. Tener una vida media de 4,500 millones de años.
Tabla Era necesario encontrar algún uso económico para los crecientes depósitos de desechos nucleares (1 millón 188,273 toneladas, para el año 2002), así que “la mejor opción” tenía que ser militar.
Su uso en Irak, ha provocado un crecimiento de entre el 400% y el 600% en las deformidades al nacimiento.
El cáncer en Irak se ha incrementado entre un 700% y un 1000%.
En Bagdad se han registrado niveles de radiación hasta 2000 veces más altos de lo normal.
Con imágenes como éstas, sólo me resta decir…
Si en este punto no te sientes indignado, entonces no estás poniendo atención.
Pero pasemos a revisar el caso de otra región:
Cuando más se recrudecían las acciones bélicas de la última guerra en Líbano, en las Naciones Unidas se clamaba por un inmediato cese al fuego.
Esta portada del periódico inglés The Independent, es más que elocuente. ¿Q-uién apoya el inmediato cese al fuego en el Medio Oriente?
Koffi Annan, hablando por las Naciones Unidas, dijo: “El castigo colectivo del pueblo libanés debe parar”.
“Lo que se necesita urgentemente es el cese inmediato de las hostilidades”.
Margaret Beckett, secretaria del Exterior en el gobierno de Tony Blair, se dirige al gabinete inglés y exclama: “Lo que el pueblo realmente está diciendo es que quiere el cese al fuego con cohetes aún dirigiéndose a Israel”.
Pero, en las Naciones Unidas, 189 países votaban por el alto al fuego.
3 países se imponían con el no. Con el poderoso veto de los Estados Unidos.
El aplastante poderío militar israelí, habría de seguir implacable contra Líbano.
Y en este punto, si se me permite el anacronismo, podríamos citar a la inefable y difunta Golda Meir, primera ministra de Israel entre 1969 y 1974. Leamos con cuidado esta sabia frase, señoras y señores:
“Sólo puede haber paz, cuando ellos comiencen a amar a sus hijos más de lo que nos odian”.
Veamos, señora Meir, lo que hoy día hace su sucesor, Ehud Olmert:
¿Recuerdan, estimados oyentes, a la niña del cartel americano? ¿No es impre-sionante su parecido con estas niñas israelíes escribiendo dedicatorias sobre las bombas que pronto habrán de arrojar sus mayores sobre Líbano?
Aquí tienen ustedes a los destinatarios de los mensajes en las bombas.
¿Cómo dijo, Primera Ministra Meir? ¿“Sólo puede haber paz, cuando ellos comiencen a amar a sus hijos más de lo que nos odian”?

Discúlpeme señora Meir, pero estoy confundido. Disculpe que la moleste en su tumba, pero no comprendo muy bien. Mire usted con cuidado a los niños y jóvenes libaneses que acaban de recibir el mensaje de sus compatriotas.
Nos está diciendo, señora Meir, que “ellos”, los árabes, ¿no aman a sus hijos? Supongo que será con las bombas israelíes incendiarias, o de racimo, que el milagro se opere.
O acaso, si vamos por ellos a la escuela, los tengamos que sacar, un poco por la fuerza, es cierto, a un tour educativo para que tomen sus clases de inglés por las calles, cuando lean: “Kill all Arabs”: Maten a todos los árabes.
O podemos despertar, a la mitad de la noche, a las niñas palestinas. Despertarl-as, digo, con obuses de tanques israelíes, para que practiquen el amor filial, al conducir al hermanito, de seis meses de edad, a un hospital en la Franja de Gaza.
Podemos, acaso, preparar el escenario pertinente para los juegos infantiles lib-aneses o, mejor aún, sorprenderlos llevándoles a casa el zoológico, previo b-ombardeo del mismo.
Podemos fomentar el amor filial, acribillando por las calles a los jóvenes cuando son acompañados por sus padres. ¿Es esa la lección de moralidad que pretende darnos, señora Meir con su dichosa frase?
Y luego, nos podemos sorprender, y condenar a los niños palestinos, por ser expertos tirapiedras… por ser futuros terroristas.
Terroristas, sí, tal y como en su momento nos puso el ejemplo el ex primer ministro de Israel, Ariel Sharon: “Los árabes tendrán el petróleo, pero nosotros tenemos los cerillos.”
Supongo que urge civilizar a los árabes. Aunque para ello sea necesario asesinar a una madre frente a los ojos de su pequeño hijo. O llevar a rastras a los jóv-enes, para que aprendan de una vez por todas que el peor de los terrorismos, es el terrorismo de estado.
En un avance radical de la guerra de Israel contra el terrorismo, dice Ariel Sha-ron en esta caricatura:
“Acabamos de adquirir esta arma inteligente super nueva que puede identificar, instantáneamente, a los peores terroristas y matarlos de inmediato.”
Los pilotos israelíes, pueden hacer gala de sus habilidades, confundiendo una ambulancia con el tiro al blanco de una feria. Pero, por favor, no pregunten por socorristas ni pacientes a bordo.
“Todo está ardiendo, de cualquier modo”, nos podría replicar Ariel Sharon
Que nos quede claro a todos, que en esta guerra, a nadie le interesa la verdad, así que es innecesario ofrecer servicios periodísticos, so pena de que los expertos tiradores, practiquen el tiro al blanco desde sus helicópteros.
Mientras tanto, ya que hablamos de medios de comunicación, los civiles pod-emos instalarnos cómodamente ante el televisor para desconectar la neurona
Podemos conectarnos a la televisión por cable, y desinformarnos con Fox News y CNN, mientras el mundo se desangra.

Podemos confiar en los medios: “Siempre listos con nuevas y mejores vías para no ver lo que tenemos enfrente”.
Podemos hacer la siguiente promesa: “Guerra es Paz. Esclavitud es Libertad. Ignorancia es Fuerza”. En este punto cabe citar al escritor uruguayo Eduardo Galeano:
“La economía mundial es la más eficiente expresión del crimen organizado. Los organismos internacionales que controlan la moneda, el comercio y el crédito practican el terrorismo contra los países pobres, y contra los pobres de todos los países, con una frialdad profesional y una impunidad que humillan al mejor de los tirabombas”.
O podemos consultar de nuevo a Bierce cuando define:
Comercio: Tipo de transacción en la que A saquea a B los bienes de C y, en compensación, B mete la mano en el bolsillo de D y roba el dinero de E.
O, mejor aún, podemos atrevernos a examinar nuestros propios hábitos de con-sumo.
Bierce escribió hace exactamente 100 años, con una clarividencia extraordinaria, la siguiente definición de …
Corporación: Ingenioso dispositivo para obtener ganancias sin responsabilidad individual.
Hay que decirlo:
La globalización se come la visión.
La resistencia hace que la visión se torne verdadera.
El disenso es la forma más alta del patriotismo.


Por otra parte, ¿exagero si reconozco algunas características fascistas en el régimen de Bush? En un estudio comparativo entre los regímenes de Hitler, Mussolini, Franco, Suharto y Pinochet, un experto en regímenes fascistas, el Dr. Lawrence Britt, publicó en la revista Free Inquiry las catorce características del fascismo. Leamos con cuidado:
1. Nacionalismo exacerbado. Ubicuidad de banderas, lemas y símbolos.
2. Desdén por el reconocimiento de las derechos humanos. So pretexto de causas de seguridad nacional, y para perseguir a los enemigos, se aprueban persecuciones y encarcelamientos sin los debidos juicios públicos.
3. Identificación de enemigos y chivos expiatorios como causa unificadora.
4. Supremacía de los militares y financiamiento desmedido de sus actividades.
5. Sexismo rampante. Roles de género rígidos y tradicionalistas. Homofobia.
6. Control de los medios masivos de comunicación. Censura, especialmente en tiempos de guerra.
7. Obsesión con la seguridad nacional. El miedo como herramienta.
8. Religión y gobierno entrelazados. Uso de una retórica religiosa.
9. Protección de las grandes corporaciones. Relaciones mutuamente beneficiosas entre gobierno y grandes negocios.
10. Represión o, mejor aún, supresión de sindicatos.
11. Desdén por los intelectuales y las artes. Hostilidad a los centros de estudios superiores. Censura y arresto de académicos.
12. Obsesión con crimen y castigo. Abusos policíacos y reducción de las libertades civiles con argumentos patrióticos.
13. Amiguismo rampante y corrupción. Protección e impunidad auspiciadas desde el gobierno.
14. Elecciones fraudulentas. Manipulación de los medios de comunicación y legisla-ción ad hoc al conveniente conteo de votos.
Podría mencionar en el gobierno de Bush al menos un ejemplo para cada uno de los catorce puntos anteriores, pero sigamos adelante con los casos más graves asociados a las acciones militares.
¿Qué nos revelan las fotos que se filtraron a la prensa desde la prisión de Abu Ghraib en Irak?
¿Se trata de un caso aislado, o del empleo sistemático de la tortura bajo la con-ducción de los mandos militares estadounidenses?
Aún cuando algunos de estos carceleros han sido juzgados, las penas no fueron suficientemente severas y la investigación a los mandos militares fue una verd-adera farsa.
¿Qué podemos leer en esta sonrisa?
Y, ¿qué debemos interpretar en estas caras de satisfacción?
¿La seguridad de que no quedará ninguna huella?
… ¿de que es posible borrar todos los rastros?
¿No cimbran estos hechos lo que, pese a todo, sustenta a una cada vez más d-esprestigiada “democracia”?
Y, ¿qué decir de la ilegal toma de prisioneros en diversos países del mundo, asunto que ha sido ampliamente documentado por Amnistía Internacional?
y ¿los vuelos secretos de la CIA, transportando por diversos países de Europa y otros más, a prisioneros tomados en la Guerra contra el Terror?
Se ha perdido una de las tradiciones más añejas del derecho en Occidente…
… el Habeas Corpus, garantía constitucional diseñada para proteger a cualquier acusado de abusos de autoridad y que le da el derecho a un juicio público e imparcial en el que pueda defenderse.
Bienvenidos a la prisión militar estadounidense de Guantánamo, en Cuba. Tie-rra de nadie en el aspecto legal.
El pie de foto dice: “Han transcurrido tres años y medio desde la llegada de los primeros detenidos.
Guantánamo Bay sigue siendo una vergüenza para los Estados Unidos y para los gobiernos del mundo que no han tenido el valor de protestar en su contra.
De poco han servido los innumerables artículos, libros, declaraciones y docu-mentales de denuncia.
Desde el 2002, alrededor de 750 hombres de más de 35 países han sido ileg-almente detenidos en la base naval de Guantánamo. Algunos de ellos ni siquiera saben aún de qué se les acusa.

El letrero de esta caricatura dice:
“Campo de Rayos X en Guantánamo Bay. Todo el equipo y las prácticas cum-plen con los altos estándares dobles de los Estados Unidos.
Personal americano, limpiarse los pies antes de entrar … utilizando como tap-ete la Convención de Ginebra”.
Cuando el Teniente Josh Rushing, vocero del Pentágono, recibió en el 2004 un documental sobre los soldados americanos muertos o heridos en Irak, exclamó: “Esto me hace odiar la guerra, pero no me hace creer que estamos en un mundo que pueda vivir sin la guerra”.
Por contraste, en estos carteles contra el reclutamiento, podemos leer:
“No puedes ser todo lo que puedes ser si estás muerto. Hay otras maneras de servir a tu país. Hay otras maneras de obtener dinero para la universidad. Pién-salo”…
“Oh boy! De seguro esto es algo por lo que vale la pena trabajar”.
Ciertos datos estadísticos están escrupulosamente estudiados y correlacionados con las decisiones tomadas desde la Casa Blanca.
El Washington Post, por ejemplo, tiene un tristísimo servicio:
Mantener actualizada la lista de los caídos en batalla. 2656 en la operación L-ibertad Iraquí y 330 en la operación Libertad Duradera, hasta el 13 de septie-mbre de 2006.
Hay sin embargo, otros servicios que es posible encontrar en Internet.
Una cínica declaración del general Tommy Franks, del Comando Central de los Estados Unidos en Irak, no puede sino dejarnos helados: “Nosotros no hac-emos conteo de cuerpos”. Declaraciones como éstas, pronto incitarían a la cre-ación de páginas en la red como Iraq Body Count, desafortunadamente, no act-ualizada desde hace mucho tiempo.
Sin embargo un complejo estudio estadístico, publicado el 11 de octubre del 2006, y auspiciado por la prestigiada Escuela de Salud Pública “Johns Hopkin-s”, llegó a la conclusión que transcribo a continuación:
“Tantos como 654, 965 más iraquíes de lo que se pudo haber esperado bajo condiciones de pre-guerra, pueden haber muerto desde que comenzaron las hostilidades en Irak, en marzo de 2003 …”
Entre paréntesis, este estudio fue acremente criticado por Bush, pese a que usó la misma metodología avalada por la CIA en otras circunstancias más conveni-entes para ellos.
Por otro lado, un poco de economía nunca está de más. Una organización ame-ricana, el “Proyecto de Prioridades Nacionales”, se encarga de mantener actu-alizado, ¡al segundo!, el gasto militar del Pentágono en Irak. Mi consulta, el 19 de septiembre del 2006, aparece con la siguiente cantidad:
El costo de la guerra en Irak, hasta ese momento, fue de $ 315, 951 millones 63, 841 dólares.
Observen, por favor, el reloj en la parte inferior derecha de la pantalla: 9:36 PM.
9:37 P.M. El costo se ha elevado a $ 315, 951 millones 285, 427 dólares.
Con esta misma cantidad, se podría haber contratado a 5 millones, 475, 474 maestros adicionales en escuelas públicas, por un año.
A la velocidad del rayo, tecleo mi calculadora, para atender a los curiosos:
Puedo decirles que la diferencia, en un minuto, fue de: $221,600 dólares.

9:38 P.M. El costo se ha elevado a $ 315,951 millones 419,430 dólares.
Con esta misma cantidad, se podrían haber construido 2 millones 844,845 casas adicionales.
En esta ocasión la diferencia fue de “tan sólo” $ 134,000 dólares, pero es que no tuve el cuidado de esperar a que el minuto se cumpliera.
Fallujah Pero, para que la economía no nos haga perder la perspectiva humana, los inv-ito a que veamos un extraordinario documental de la Radio Televisión Italiana.
Video
Fallujah: La Masacre Escondida
por Sigfrido Ranucci En un panorama tan desolador, ¿existen caminos alternativos? ¿Por donde queda la ruta de la paz?. Acuden a nuestra memoria los entrañables Martin Luther King y Mahatma Gandhi, pero quisiera compartir con ustedes un par de casos emblemáticos, pero mucho menos conocidos.
En esta portada de la revista Time, aparecen los Hermanos Berrigan: Dos sacerdotes católicos que enfrentaron la guerra de Vietnam con sus propios medios no violentos.
Phillip Berrigan (sacerdote josefita) veterano de la Segunda Guerra Mundial, se presentó en una oficina de reclutamiento en Baltimore, Maryland, manchó los registros con sangre y esperó a ser arrestado. Junto con otros activistas, se les sentenció a penas de entre dos y seis años en prisión.
Se calificaría a los hermanos Berrigan como “Desarmados y peligrosos”… muy pronto se uniría a la causa su hermano Daniel, un sacerdote jesuita, ate-rrado luego de ser testigo presencial de los bombardeos en Vietnam. Los dos hermanos quemaron públicamente ante la prensa los registros de la oficina de reclutamiento en Catonsville, Maryland.

Daniel escribiría en prisión:
Nuestras disculpas, buenos amigos, por la fractura al buen orden, la quema de papel en lugar de niños, y el hacer enojar a los cuidadores de la antesala del cementerio. No podíamos, Dios nos asista, hacerlo de otra manera. N-osotros decimos: matar es desorden. La vida, la gentileza, la comunidad y el desinterés son el único orden que reconocemos. Por tal orden, arriesgamos nuestra libertad y buen nombre. Ha pasado el tiempo cuando los hombres permanecían en silencio, cuando la obediencia podía segregar a los hombres del riesgo público, cuando los pobres podían morir sin defensa.
Eventualmente, Daniel Berrigan publicaría un libro en co-autoría con Thich Nhat Hahn, un moje budista vietnamita, propuesto por Martin Luther King para el Premio Nobel de la Paz.
Permítanme contarles ahora, la historia de la activista norteamericana Rachel Corrie. Su brevísima vida, es muestra de un extraordinario coraje en la lucha por la paz.
A los 23 años de edad, decidió incorporarse al Movimiento Internacional de Solidaridad y viajó a los territorios ocupados en Palestina, para conocer de cerca los padecimientos de ese pueblo.

Llega a finales de enero del año 2003 y participa en varias manifestaciones en la Franja de Gaza.

Pronto decide convivir con una familia árabe y compartir con ellos su vida cotidiana de carencias y un asedio constante de las fuerzas de ocupación. Casi desde su llegada escribe incansablemente correos electrónicos a sus familiares y amigos en los Estados Unidos, reportando las difíciles condiciones de vida del pueblo palestino. De sus muchos correos, escogí este, porque nos transcribe una maravillosa carta que recibió de un soldado israelí. Rachel escribe así el 8 de febrero de 2003:
He recibido un número de respuestas concienzudas al correo electrónico que envié anoche, la mayoría de las cuales no he tenido tiempo de responder hasta ahora. Gracias a todos por darme coraje, por sus preguntas y sus críticas. La respuesta de Daniel fue particularmente inspiradora y merece ser compartida. La resistencia a la ocupación del pueblo judío israelí y los enormes riesgos tomados por aquellos que se rehúsan a prestar el servicio militar israelí, ofrecen un ejemplo, especialmente para aquellos de nosotros que vivimos en los Estados Unidos, sobre cómo comportarse cuando uno descubre las atrocidades que se cometen en su nombre. Gracias.


Correo recibido por Rachel el 7 de febrero de 2003:
Soy un sargento primero de la Reserva en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Las prisiones militares se están llenando con objetores de conciencia. Muchos de ellos son reservistas con familia. Éstos son hombres que han prob-ado su coraje bajo fuego en el pasado. Algunos han estado en la cárcel por más de seis meses sin un fin de su sentencia a la vista.
La cantidad de ausentes sin permiso oficial de retiro y el número de rechazos a servir en el ejército no tiene precedente en nuestra historia como nación. Así sucede también con los que se rehúsan a ejecutar órdenes que impliquen dispa-rar sobre objetivos donde civiles pueden ser lastimados. En un tiempo como el de ahora en Israel, cuando los trabajos son escasos y la gente pierde sus casas y negocios en aras de la vendetta de [Ariel] Sharon, muchos soldados de carrera, (entre ellos, pilotos y personal de inteligencia) han escogido la cárcel y el des-empleo, por encima de lo que ellos sólo pueden describir como asesinato. Se supone que yo sirvo al Departamento de Justicia Militar. Es mi trabajo per-seguir a los soldados desertores y traerlos de vuelta. No me he reportado al tra-bajo en 18 meses. En su lugar he estado usando mis talentos y credenciales para documentar en video y ver con mis propios ojos lo que los miembros del Movimiento Internacional de Solidaridad y de otras organizaciones internacio-nales claman que han sido las actividades de mis paisanos.
Amo a mi país. Creo que Israel se encuentra bajo el liderazgo de gente muy mala en este momento. Creo que los colonos y la policía local están coludidos y que la policía fronteriza ha tenido actuaciones nefastas. Son la vergüenza del 40% del pueblo israelí y lo serían del 90% de la población si supieran lo que sabemos.

Tohar Haneshek
“la pureza de las a-rmas”
Atah Me Tachat Degle Shachor
“estás obedeciendo órdenes inmorales”
Degle Shachor
“bandera negra” Por favor, documenta tanto como puedas y no embellezcas nada con escritura creativa. Aquí los medios de comunicación son un agente de control muy con-vincente. Envía esto por carta a tus amigos. Hay muchos soldados que prestan sus servicios en los territorios ocupados y que les enferma lo que ven.
Hay un código de honor en las Fuerzas de Defensa de Israel. Es llamado “tohar haneshek” [toujar hanishek]. Es lo que le decimos a un camarada que está a punto de hacer algo horrible, como matar a un prisionero desarmado u obedecer una orden que viola la decencia. Significa literalmente: “la pureza de las armas”.
Otra frase que le habla a un soldado en su propio lenguaje es: “degle shachor” [diguel shahor] que significa “bandera negra”. Si dices “Atah Me Tachat Degle Shachor [ata me tashat diguel shahor], significa: “estás obedeciendo órdenes inmorales”.
Frases como éstas son muy impactantes cuando se escuchan de labios de “extr-anjeros tontos y desorientados”.
Siempre que puedas, intenta entablar conversación con los soldados. No com-etas el error de objetivizarlos, como ellos te han objetivizado a ti. El respeto, o su contrario, dependen de si te merecen, o no. Estás haciendo algo bueno y te agradezco por eso. Paz, Danny.
A partir de ese momento, Rachel Corrie se incorpora a un activismo más dire-cto. En particular para evitar la destrucción de casas palestinas arrasadas con bulldozers israelíes.
El 16 de marzo de 2003, Rachel Corrie intenta defender la casa de la familia de un médico palestino, armada con un altavoz y una enorme valentía.
Pero el militar israelí que conduce el bulldozer, embiste sin piedad el aparato sobre Rachel, sin importarle que hubiera testigos documentando el artero ase-sinato.
Una ambulancia palestina la trasladó al hospital, donde fue imposible salvar su vida.
La reacción del gobierno norteamericano, obvio, fue de un mutismo total.
Rachel Corrie, amo tu América.
Bush: ¿qué decir de ti y de tu amigo Sharon?
Pero no hubo que esperar mucho para que llegaran las celebraciones de sus detractores:
Una “simpática” definición de Estupidez: Calidad o condición de ser estúpido. Acto o idea estúpida. Sentarse frente a un bulldozer para proteger a una pandi-lla de terroristas.
O bien, este “ingenioso” anuncio de panqués…


O este anuncio del modelo de bulldozer Loonie-Leveler 4000 RC:
¿Tarde al trabajo debido a los protestantes? ¿Las manifestaciones callejeras te impiden llegar a casa para mirar el canal Fox? ¿Están operando los terroristas a las afueras de una casa cercana a ti?
¡El Loonie-Leveler 4000 RC es justo lo que necesitas! Su construcción a base de acero garantiza la distribución uniforme del más obstinado de los manifest-antes. Además, el acabado de revestimiento en polvo, hace la limpieza en un instante.

O, por ejemplo este sensible texto de la autoría de algún sionista:
“Santo Panqué. Nunca olvidaremos el día en que un bulldozer israelí estrujó y exprimió tu mente enferma. In memoriam”.
La breve vida de Rachel Corrie es polémica porque para muchos es inadmisible que haya protestado contra su propio gobierno, compartiendo las expresiones de rabia al lado de los palestinos.
En torno a este punto, suscribo la frase de Edward Abbey: “Un patriota debe estar siempre listo para defender a su país contra su gobierno”.
Luego de su asesinato, se lloró intensamente por Rachel en las ciudades de Ga-za y Ramallah.
Se oficiaron actos solemnes en su ciudad natal. En la manta del fondo podemos leer: “Rachel, tu coraje, tu espíritu de resistencia y tu gozo por la vida nos ins-pirarán por siempre para manifestarnos por la paz y la justicia”.
Se escribió una obra de teatro, “Mi nombre es Rachel Corrie”, escenificada con gran éxito en Inglaterra pero, pueden ustedes suponerlo, fue censurada por un tiempo en los Estados Unidos.
Lo menos que podemos hacer, es seguir contando su historia.

¿Por qué no atrevernos a hablar con la verdad? Así lo hace “Combatants for Peace” (Combatientes por la Paz), una extraordinaria organización de ex-militares judíos y guerrilleros palestinos que deciden romper con el ciclo de violencia. Se reúnen periódicamente, se confiesan unos a otros las atrocidades que fueron capaces de cometer en el pasado y ejercen el perdón promoviendo la paz en sus respectivos pueblos.
Por eso me uno al Nobel José Saramago, y digo junto con él …
Eles querem a guerra,
mas nós não
os vamos
deixar em paz.
Eles querem a guerra, mas nós não os vamos deixar em paz.
Ellos quieren la guerra, pero nosotros no los vamos a dejar en paz.
Gracias.

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"Tanto los pobres como los ricos deberán superar la ilusión de que más energía es mejor."
Iván Illich

Numeralia Para transportar a un sólo hombre en un Volkswagen, sobre una distancia de 500 km, se queman los mismos 175 kg de oxígeno que un individuo respira en todo un año.
CIENCIA Y TECNOLOGÍA
"Hay que reconocer que la incorporación de algo más de un cierto quantum de energía por unidad de un producto industrial inevitablemente tiene efectos destructores, tanto en el ambiente sociopolítico como en el ambiente biofísico... más allá de cierto nivel de uso per capita de energía física, el ambiente de una sociedad deja de funcionar como nicho de su población" Iván Illich .
 
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